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Algunas curiosidades del Monasterio de Poblet

Tanto si ya habéis visitado el Monasterio de Poblet como si todavía no lo habéis hecho, en esta nueva entrada encontraréis algunas curiosidades que seguro os sorprenderán. A menudo, cuando visitamos un monumento o un lugar arqueológico por nuestra cuenta pasamos por alto infinidad de detalles y de pequeñas historias que verdaderamente llenan de vida y significado estos antiguos muros.

El asesinato de Fray Guillermo de Tost:

Guillem de Tost era hermano converso en el monasterio de Poblet. Los conversos no eran monjes propiamente, sino que eran campesinos laicos que entraban a formar parte de las comunidades religiosas para dedicarse al trabajo material. Algunos lo harían por auténtica vocación, otras tan solo para obtener trabajo y seguridad, o en definitiva, ambas cosas.

Paseando por el claustro, encontraréis en la esquina entre el locutorio y las escaleras del dormitorio, una tumba de piedra en el suelo que representa un personaje: es el granjero Fray Guillermo de Tost, lo identificaréis como converso para llevar barba, dado que era uno de los rasgos que los diferenciaban de los monjes, los cuales se rapaban haciéndose la tonsura (aquella corona de cabello que se dejaban alrededor de la cabeza).

Fray Guillem denunció una serie de vecinos de Prades a los cuales había pillado talando árboles en el bosque de Poblet, sin permiso del monasterio. Guillermo de Tost se presentó a Prades para reclamar justicia pero ya de camino hacia la granja, fue asaltado y asesinato. La comunidad de Poblet quiso rendirle un especial homenaje y como caso excepcional, lo enterraron en el claustro, en una tumba individual y en un lugar muy visible para que los monjes siempre lo tuvieran presente.

Poblet
Tumba de Fray Guillem de Tost

El retablo de la discordia

Hablamos del retablo renacentista que hizo Damià Forment por encargo del abad Caixal. Antes de explicar qué pasó, tenéis que saber que el abad al cual me refiero fue unos de los más derrochadores que tuvo Poblet a lo largo de su historia: ciertamente, llevaba una vida del todo disipada: No se abstenía de comer carne, suprimió la obligación de dar caridad a los pobres, desviaba dinero para beneficiar a sus parientes, incluso fue acusado de tener una concubina. Por todas estas acusaciones, el abad fue depuesto en 1531.

Pero volvamos a la historia del retablo: El año 1527 Caixal contrató al escultor de orígen valenciano Damià Forment para construir el retablo de la iglesia del monasterio. El contrato recogía una serie de condiciones que el artista tenía que cumplir así como sus honorarios (4.060 ducados y una mula). El alto coste que suponía dicha obra generó malestar entre los monjes del Poblet, los cuales vieron un nuevo exceso por parte del abad. Los honorarios se entregarían en varias pagas, pero he aquí que la última paga no llegó nunca (tampoco la mula), lo cual llevó al artista a iniciar un pleito contra el monasterio. La razón que los monjes dieron para argumentar la cantidad pagada fue que el escultor no cumplió todos los requisitos establecidos en el contrato: el uso de un alabastro de poca calidad, error en las medidas estipuladas y que la ejecución del retablo no fue por parte de Forment, sino de sus colaboradores. En resumen, dado que la comunidad se sintió defraudada, acabó pagando lo que ellos consideraron justo.

Poblet
Retablo de Damià Forment

Para descubrir muchas otras historias y curiosidades de Poblet on animo a hacer la visita guiada. Visitas concertadas para grupos privados. Montblanc Medieval & Poblet.

 

M.Carme Granados Montoya

Guia de Turisme de Catalunya habilitada 2.871

Lic. en Historia del Arte.

 

Bibliografia

Altisent, Agustí. Història de Poblet. Abadia de Poblet, 20014

Rius, Jordi. 150 tastets de Poblet. Associació de Salut Mental Dr. Tosquelles, 2021.

 

Web del monasterio de Poblet https://www.poblet.cat/ca/

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Joan Miró también pintó Prades

Bien es sabido que Cataluña es y ha sido una gran fuente de inspiración para numerosos artistas a lo largo de la historia. Su riqueza paisajística y cultural ha hecho que pintores, poetas, arquitectos, y músicos hayan encontrado su propio lugar.

Las tierras tarraconenses también han sido escenario de inspiración para varios artistas que han forjado parte de sus etapas artísticas y personales. Un paisaje de genios tan destacados como Picasso, Casals, Miró, Gaudí, Mir… Cada cual destinado a un paisaje. O cada paisaje destinado a un genio.

Joan Miró tuvo un estrecho vínculo con la población de Mont-roig, lugar que inmortalizó en numerosos cuadros. Desde la primavera del 1911, un joven Miró de tan solo 18 años se traslada a la masía que sus padres habían acabado de comprar, para pasar el verano. El Mas Miró, se convertiría en su refugio físico y emocional, al que volvería todos los veranos hasta pocos años antes de su muerte. El paisaje de Mont-roig se convirtió en una auténtica revelación para el pintor, el cual inició una etapa de investigación de un estilo propio, impregnado de las nuevas vanguardias que estaban surgiendo, como el fauvismo y el cubismo.

Pero Mont-roig no fue el único paisaje de Tarragona que pintó Miró. Incluso antes de que la família adquiriera la masía, Miró ya pisó estas tierras en 1906, concretamente las de Cornudella del Montsant, Porrera, Albarca, Ulldemolins y Prades. ¿Qué lo llevaba a estas poblaciones? Su abuelo: El abuelo, Joan Miró Pellejà, era natural de Cornudella, donde vivía y trabajaba como herrero. El joven Joan, con 13 años,  pasó un tiempo con su abuelo en Cornudella. El tren lo llevó hasta Reus y de allí debía de emprender el trayecto hasta Cornudella en servicio de carruaje. Entonces Cornudella contaba con poco más de 2.000 habitantes y con una población decreciente, como todas las de la zona en aquellos momentos. Eran tiempos difíciles en el campo, puesto que hacía pocos años la filoxera arrasó con los abundantes campos de viñas del Priorat y de las Montañas de Prades.

Aquel verano de 1906 Miró ya plasmó estas poblaciones en una serie de dibujos, como por ejemplo tres de ellos de la villa de Prades:

Prades, iglesia
Prades, calle del pueblo
Prades, pueblo

En Cornudella volvió los veranos de los siguientes dos años, también en 1917 y 1924. En la primavera de 1917 también aprovechó para pintar otros pueblos de alrededor, como Siurana. En una carta que escribió a su amigo Enric C. Ricart en agosto de aquel mismo año describe:

«La vida solitaria en Siurana, el primitivismo de aquella gente admirable, mi trabajo intensísimo, y sobre todo  mi recogimiento espiritual… me han recluido en mi interior a Dioses, a los Árboles, a las Montañas y a la Amistad. Un primitivo como el de aquella gente de Siurana… La bicicleta hace algún tiempo que reposa, pues en Siurana y en Prades solo se puede ir con aeroplano (sin encontrar donde aterrizar) y a caballo de un burro.»

Aquel 1917 pintó hasta 8 cuadros de Siurana y 2 de Prades, aunque estos dos los dejó a medias porque en agosto, Miró (que hacía el servicio militar desde 1915 en periodos de 3 meses al año) fue requerido puntualmente para sofocar las rebeliones que tuvieron lugar en Sabadell durante las huelgas revolucionarias. Esos dos cuadros eran Calle de Prades y Prades, el pueblo, este último, expuesto al Museo Guggenheim de Nueva York.

Ya de vuelta a finales de agosto, el genial artista pudo acabar aquellos dos cuadros.

Prades, el pueblo
Prades, una calle

 

Mª Carmen Granados. Guía Oficial de Turismo de Cataluña y licenciada en Historia del Arte.

 

Fernández, Alex (2015) La Masía. Un Miró para Mrs Hemingway. Publicacions de la Universitat de València.

MASSOT, Josep (2018). Joan Miró el nen que parlava amb els arbres. Galàxia Gutenberg.

ROM, Martí (2012). Joan Miró i Mont-roig: pal de ballarí. Tarragona:  Arola Editors.

ROM, Martí (2018) “Joan Miró Cornudella i la nissaga Miró”. A Ressó Mont-rogenc.

ROM, Martí (2015): “Joan Miró pels pobles del Priorat i del Baix Camp”. A Ressó Mont-rogenc.

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Algunos secretos de la Tarraco Romana: La Torre de Minerva

Si visitáis la ciudad de Tarragona, probablemente querréis conocer su impresionante patrimonio romano, formado por numerosos monumentos que encontramos tanto dentro de la ciudad como en las afueras. La visita a la Tarraco Romana es una de aquellas que merece la pena hacer con el acompañamiento de un guía de turismo habilitado, puesto que a menudo es difícil interpretar los restos arqueológicos y más aún descubrir las historias que esconden estos monumentos.

Uno de estos bienes patrimoniales de Tarragona es la Muralla Romana, la primera gran obra de construcción llevada a cabo en Tarraco y la muralla más antigua fuera de Italia. Estas dos curiosidades acostumbran a captar la atención de mis visitantes y me sirven para sugerirlos que están a punto de descubrir una ciudad verdaderamente importante en la época romana.

En esta ocasión os hablaré de la Torre de Minerva, sin duda uno de los elementos patrimoniales más interesantes que encontramos en Tarragona. Se trata de una de las torres de la muralla romana y que encontramos al final del recorrido. Esta torre pertenece a la primera fase de la muralla y es que esta fue construida en dos fases diferentes: la primera a inicios del siglo II a.C y la segunda entre los años 150 -125 a.C.

Torre de Minerva

Tarraco crecía a lo largo de los siglos y la muralla se tenía que adaptar a las necesidades que iban surgiendo, por este motivo, la segunda fase consistió especialmente alzar el lienzo de la muralla existente en la primera fase, hasta los 12 metros aproximadamente de altura, o bien sustituir algunos tramos antiguos por lienzos nuevos con la nueva altura. Este hecho provocó que la zona de la Torre de Minerva fuera fuertemente modificada. De hecho, la muralla, que originalmente salía de la parte posterior de la torre, fue derrocada para levantar un nuevo tramo el cual arrancaba del lateral de la torre, ocultando así el elemento que da nombre a esta construcción: el relieve de la Diosa Minerva.

Pero os preguntaréis, qué nuevo tramo de muralla oculta el relieve, si lo veo perfectamente? (lo encontraréis en la parte superior del lateral izquierda de la torre). ¡Cierto! Ahora es perfectamente visible, pero si miráis a continuación de la torre veréis que hay un trozo de muralla hundido, desaparecido. Obviamente, en origen estaba totalmente en pie. Entonces qué pasó?

En el año 1932, justo cayó este punto de la muralla a causa de la humedad y las filtraciones de agua procedentes del convento que había adosado detrás del muro. El colapso de este tramo dejó a al descubierto la pared lateral de la Torre, escondida durante tantos siglos desde las obras de la II fase de la muralla romana. Una casualidad y un descubrimiento increíble, ¿ no ? Con este incidente el relieve de Minerva volvió a ver la luz.

Se trata de una pieza hecha en piedra que muestra la diosa con sus atributos: el escudo, el casco y la lanza. Minerva era la diosa de la sabiduría y de los oficios y también la protectora de Roma, por analogía a Atenea, su equivalente griega, diosa de Atenas. El hecho de encontrar este relieve en esta torre no es casual. ¿ Adivináis por qué los romanos colocaron a Minerva, protectora de las ciudades romanas, aquí? Está claro, para proteger la ciudad de Tarraco, sobre todo en este punto, puesto que junto a la torre, en el tramo de muralla de la 1ª fase al cual he hecho mención anteriormente, había uno de los portales principal de entrada a Tarraco. Pero este portal desapareció al hundirse aquel primer tramo para construir el de la II fase.

Otra muestra de protección que nos dedica Minerva es la postura de su pierna izquierda. Si os fijáis bien en el relieve, veréis que la tiene cruzada por delante, un gesto notablemente forzado (probad de hacerlo). Pues bien, este gesto tenía un significado en lo época romana: buena suerte, como cuando nosotros cruzamos los dedos. ¡Cuántas cosas hay escondidas en Tarragona y cuántas historias quedan para descubrir! Y muy a menudo es puramente la casualidad la que nos trae hallazgos excepcionales. Todavía me quedarían algunas cosas para explicar sobre esta torre, pero si queréis descubrirlas tendrá que ser con una visita guiada por la gran Tàrraco Romana 😉

Torre de Minerva

 

Mari Carmen Granados Montoya. Guía de Turismo Habilitada por la Generalitat de Cataluña y Licenciada en Historia del Arte

Bibliografía:

Mar, Ruiz de Arbulo, Vivó, Beltrán-Caballero. Tarraco, Arquitectura y Urbanismo de una capital provincial Romana. Volumen I: De la Tarragona Ibérica a la construcción del templo de Augusto. Universitat Rovira i Virgili. Tarragona, 2005.

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El lúpulo, la cerveza i la villa de Prades

Acabamos el mes de Mayo y hace pocos días que ha empezado una nueva labor en los campos de Prades: es el momento de entutorar la planta del lúpulo, es decir, de guiarla para que se coja en los palos de madera y se emparre por la estructura de fibra de coco. A partir de ahora las plantas de lúpulo crecerán hasta llegar casi a los 7 metros de altura.

Esto es el que nos explica Márius, un campesino que vive en Prades y que como otros muchos compañeros suyos, se dedica en buena parte al cultivo de este producto, el cual se ha convertido en un gran tesoro para la agricultura de esta zona.

El lúpulo es una planta de la familia cannabacia (sí, como el cannabis) originaria de las zonas del norte de Europa como Alemania y la República Checa, también en Norte-América, China, entre otras. También se puede encontrar por la Península ibérica, especialmente en las zonas septentrional y desde el 2014, también en Prades.

Todo empezó como un cultivo experimental para encontrar la variedad con mejor adaptación a la climatología y al terreno. La idea surgió de forma paralela entre el municipio y la empresa Damm, la cual ya había puesto los ojos sobre la “vila vermella” y que además, ha invertido en la infraestructura para adaptar los campos al cultivo del lúpulo y para procesar la cosecha con una peladora ubicada en la Cooperativa. Los campesinos que han apostado por este reto han firmado un contrato con la Damm, la cual les asegura la compra de la producción.

El cultivo de Prades se ha convertido en un fantástico complemento a otros cultivos clásicos de Prades como la patata o la avellana. Sin olvidar estos otros productos, ahora el lúpulo se añade a la rica actividad agrícola de esta población del Baix Camp. Actualmente hay casi 10 hectáreas de tierras dedicadas al lúpulo y unos cuántos campesinos que trabajan. Una buena manera de animar a los agricultores, sobre todo a los más jóvenes, a quedarse en Prades y a ver aquí su futuro.

 

Campo de lúpulo en Mayo

Cómo decía al principio, entre los campesinos que trabajan el lúpulo, encontramos a Márius. Original de Rumanía, llegó a Prades en 2009 buscando una alternativa de trabajo para superar la crisis que entonces afectó especialmente el sector inmobiliario; Y es que él mismo tenía una empresa de construcción que quebró. Así pues, escogió Prades para probar suerte por dos meses y aquí se quedó. Me confiesa que no soporta vivir en grandes ciudades y que Prades le ofrecía todo lo que deseaba: un trabajo en el campo, un lugar tranquilo y muy buena acogida. Desde el primer momento se entendió con los otros campesinos, de quién aprendió también a hablar el catalán.

Márius me explica que la variedad que cultivan en Prades es la Nugget y, que es de tan buena calidad como la que crece en Inglaterra. Es una de las ocho variedades con las cuales se elabora la cerveza Complot IPA ganadora de la Medalla de Oro del premio World Beer Awards 2018 en la categoría IPA American Style.

Si os animáis a visitar los campos de lúpulo, a conocer a Márius y también a conocer la villa de Prades llamadme o escribidme y haremos una visita guiada de lo más interesante. Os llevaré a descubrir la historia de Prades, sus fiestas y tradiciones, sus calles y principales monumentos.

Obviamente, después de la visita por la villa y por los campos de lúpulo no puede faltar un aperitivo con la cerveza Complot acompañada de patatas chips IGP de Prades (en temporada), y relajarnos en algunas de las terrazas de la Plaza Mayor, contemplando la famosa fuente renacentista. ¿No os parece un plan ideal?

La visita a Prades también puede completarse con una visita al pueblo de Capafonts, su horno de origen medieval y la quesería Formatges La Vall del Brugent. Más info la ruta

https://www.damm.com/es/cervezas/complot

Mari Carme Granados Montoya

Guía habilitada por la Generalitat de Cataluña n. 2.871. La teva ruta

 

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Plaza de prim Reus

¿Qué comía la burguesía en tiempos del modernismo en nuestros restaurantes?

Todavía no hace un año que estrené la ruta “Vermut y cocina en el Reus modernista”, una visita guiada que pretende enfocar el modernismo des de la vida cotidiana de las persones que vivían entonces a Reus y especialmente, des de sus costumbres culinarias. A largo de este paseo por la arquitectura modernista de la ciudad, relacionamos la función de los edificios con varios aspectos sobre la sociedad: la salud, los enfermedades, la alimentación, la educación, la precariedad laboral, los condiciones higiénicas de la ciudad, el refinamiento de la cocina burguesa y de sus hogares… Como veis se trata de un viaje en el tiempo, en una época de grandes contrastes sociales en la cual una parte de la sociedad malvivía en barrios obreros como el de Carme y otra parte no se dejaba perder la última moda venida de París.

En esta ocasión os hablaré de los restaurantes más elegantes que había a Reus y de la cocina que se hacía. Una vez salimos del barrio de Carme, habiendo hablado ya de las condiciones de vida de los obreros, así como las recetas y alimentos más comunes en sus mesas, llegamos a la Plaza de Prim, donde encontrábamos los cafés, hoteles y restaurantes más chic de la ciudad.

 

Hotel Continental de París

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fonda Cataluña y restaurante Bol d’Or

 

 

 

 

 

 

 

 

Gran Fonda de Londres, luego Gran Hotel de Londres

 

El Gran Hotel Continental de París (1908-1947. Situado entre la Raval de Jesús y la Calle Sant Llorenç), La Fonda Cataluña (1924-? Situada entre la Calle Sant Llorenç y la Calle de San Juan) y La Gran Fonda de Londres (1880-1973. Situada en la fachada sur de la Plaza de Prim). Esta última era el antiguo Palacio Miró, construido en el siglo XVIII.

También encontrábamos cafés y restaurantes como el café de l’ Esquella, situado bajo el Hotel de París, el Restaurante Bol d’ Or, bajo la Fonda Cataluña, el Café París, en los porches de la Plaza. De todos estos establecimientos podría explicar anécdotas y curiosidades, tal como hago durante la ruta, pero me centraré en la cocina que ofrecía el Hotel de Londres, que de hecho era la misma que se podía degustar en cualquier restaurante burgués: cocina francesa.

París entonces era la capital gastronómica y existían varios tipos de restaurantes. Unos de ellos eran los del haute cuisine, que servían a la carta. Eran restaurantes elegantes vestidos con mantel y servilletas, vajilla de porcelana y cristalería fina. Cubertería de plata también, obviamente. Los cocineros que antes servían a la aristocracia lo hacían ahora para la burguesía. Nombres como Carême o Escoffier se convirtieron en referentes en el mundo de la alta gastronomía. Los platos incorporaban alimentos caros como el foie, la langosta, la trufa, el salmón, la ternera… Y rápidamente la cocina francesa traspasó fronteras. Aparecieron restaurantes de cocina francesa en grandes ciudades como Londres y Barcelona. Y como no podía ser de otro modo, también en Reus.

La capital del Baix Camp era hasta los inicios del siglo XX la segunda ciudad de Cataluña, una ciudad abierta a los cambios culturales procedentes de Europa. Solo había que fijarse en los nombres de los hoteles y cafés, como los anteriormente mencionados, también en los nombres de muchas tiendas, que estaban en francés, la cotilleria y la moda en general y sí, también la gastronomía recibió la influencia francesa. Se conservan un buen número de cartas del Hotel de Londres dónde se puede ver que incluso los nombres de los platos estaban en la lengua gala. Para ilustrarlo (también en la visita), muestro un ejemplo que recientemente he podido adquirir, gracias al coleccionista reusense Jordi Pàmies.

 

Menú de un banquete en el Hotel de Londres, l’any 1911

 

Se trata de una carta especial, hecha para el banquete de una boda en Agosto de 1911. En la carta se pueden encontrar hasta 10 platos incluyendo los canapés Hoeurs de Ouvres y los postres Biscuit glacé y Dessert asorti. Como platos principales hay desde consomé, pasando por huevos, carne y pescado. Todos ellos platos muy elaborados, con salsas y guarniciones, hechos con productos caros para aquella época. Y no podían faltar los vinos: Rioja, Jerez y Champán francés Moët Chandon frappé.

¿Y qué precios tenían estos menús? Habéis oído la expresión “cena de duro”? pues entonces cinco pesetas era mucho dinero, una cosa exagerada, casi inabarcable. Por eso cuando decimos que alguien explica cenas de duro, queremos decir que exagera o se imagina los cosas. La admiración hacia las grandes capitales europeas se tradujo en una interculturalidad entre la cocina catalana y la francesa, pero también otros países como la italiana (los macarrones, las canelones…) o incluso la americana (por influencia de los indianos con ejemplos como el arroz a la cubana o el ron quemado) también del resto de España.

Ya a finales del siglo XIX llegaron nuevos productos procedentes de Francia e Inglaterra, sobre todo fueron introducidos con la celebración de la Exposición Universal de Barcelona en 1888: carnes y pescados salados, ahumados conservas de marisco, de ave y de carne de caza, quesos, mostazas francesas, tés, confituras y un largo etcétera. También productos innovadores resultado de la nueva industria alimentaria como las sopas deshidratadas, los dados de caldo, las leches condensadas y deshidratadas, los bebidas gaseosas…Ya veis qué modernización se vivió también en la cocina. Nuevos gustos que se dieron tanto en las artes como en la cocina, en la mayoría de los casos solo para quienes se lo podía permitir.

Nuevos aires que hicieron de Reus una ciudad auténticamente modernista.

Enlace a la página de la ruta

 

M. Carme Granados Montoya

Guía Habilitada por la Generalitat de Cataluña n. 2.871

 

Bibliografia

Fàbrega, Jaume. La cuina modernista. Obrers, menestrals, burgesos i indians. Barcelona, Viena Edicions, 2015.

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¿Sabías que en la Iglesia Prioral de San Pedro, se guarda el corazón de Mariano Fortuny?

El pasado martes 26 de enero se estrenó en el Teatro Fortuny de Reus el documental Fortuny. Los últimos días del pintor dirigido por Emiliano Cano, cantante y director de documentales de arte. Esta producción repasa los últimos momentos de la vida del reconocido pintor reusense, analizando también su obra y sus relaciones familiares y en el mundo del arte. Marià Fortuny murió enfermo con tan solo 36 años y en pocos días, lo cual conmocionó toda la opinión pública.

Vamos a explicar cómo fueron los hechos: El verano de 1874, Fortuny y su familia veraneaban en una villa que habían alquilado en Portici, en la bahía de Nápoles. Tal como sentía Fortuny, el lugar era para él era un espacio de inspiración, calma, felicidad y recogimiento.

En Portici, de hecho, se quedará hasta el día 31 de octubre de aquel 1874, cuando entonces se traslada junto con su familia a Roma, residencia habitual en aquella época y donde el pintor tenía su estudio. Y aquí es cuando las cosas empiezan a cambiar. Ya desde hacía un tiempo aparecieron en Roman numerosos casos de fiebres que entonces denominaban “perniciosa”, aquello que hoy sería la malaria, enfermedad que entonces no se conocía, como tampoco sus causas ni las vías de transmisión. Lo que sí se sabía era que los enfermos respondían bien a la quinina y que los brotes se daban en ciertas zonas húmedas y próximas a ríos.

El día 14 de noviembre, Fortuny ya empieza a encontrarse mal y es diagnosticado de fiebre perniciosa, posiblemente a causa, según el escultor y amigo de Fortuny, Próspero d’Epinay, de la humedad de las lluvias que hubieron una semana antes. Su estado de salud fue empeorando día tras día. Un estado que se agravió por sus problemas digestivos. Según Casanova Estorach:

 

«No hacía más que quejarse de que en el estómago sentía fuego que lo abrasaba, que quería agua y hielo, que por qué no se la querían dar siempre que él la pedía; los médicos no quieren, decían los de su familia, todo cuanto tomaba, todo lo arrojaba, todo, todo; ya él se sentía un poco de fiebre, le dieron la quinina, que parece le aliviaba; en fin, para concluir baste decir que ni médicos ni nadie se creyó una cosa grave hasta el penúltimo día de su muerte, porque siempre conversaba con los amigos y la familia».

 

Finalmente, el 21 de noviembre de 1874 muere por una hemorragia de estómago. La familia ordenó proceder con la autopsia para verificar la causa de su muerte. El pintor y amigo de Fortuny, Bernardo Ferrándiz, asistió a la autopsia como representante de la familia y dejó escritos numerosos detalles sobre el estado de salud de los órganos de Fortuny. Parece ser que su cerebro era voluminoso con numerosas inyecciones de sangre, mientras que los pulmones estaban sanos con la particularidad de que el de la izquierda se encontraba adherido a las pleuras. La descripción de los pulmones que dio Ferrándiz contrasta con la aportación de Casanova Estorach, el cual decía que “uno de los pulmones estaba totalmente deshecho y el otro enganchado a un hueso”.

Parece ser que  el estómago, según Ferràndiz, se encontraba en estado de crónica hiperemia, con ligeras ulceraciones, algunas de ellas cicatrizadas. Probablemente la quinina, sustancia que se empleaba en el tratamiento de la fiebre, irritó las úlceras hasta provocar la hemorragia.

 

 

Pero, ¿qué ocasionó la aparición de esas úlceras? El sobrino de Marià Fortuny explicaba que:

 

«Según la tradición familiar, tío Mariano ensalivaba los pinceles cuando pintaba a la acuarela y los productos tóxicos de esta le produjeron una perforación de estómago que entonces no supieron solucionar».

 

Hay que pensar que las pinturas entonces contenían elementos como el plomo, altamente tóxico para el organismo. Imaginad el efecto que produjo la ingesta regular de plomo. El pintor, sin saberlo, se envenenaba.

Su funeral se hizo en la iglesia de Santa Maria del Popolo y fue enterrado en el cementerio del Campo Varano, con gran expectación. El pintor reusense  fue enterrado en Roma pero su corazón se trasladó dos años más tarde a su ciudad natal, Reus.

Al poco de morir, Reus impulsó una propuesta para erigir un monumento a Fortuny, pero la idea no prosperó. Más tarde, el Ayuntamiento inició gestiones para reclamar el traslado del cuerpo a la ciudad. Se escribió a la viuda Cecília de Madrazo y respondió su tío Pedro, negando la petición, pero ofreciendo el corazón, el cual se había extraído del cuerpo de Fortuny durante la autopsia y que ya en aquellos momentos fue trasladado a Madrid.

Así pues, aceptando la oferta, el alcalde reusense Marià Pons, se desplazó a Madrid para encontrarse con Madrazo, el cual le entregó el corazón de Fortuny guardado en una arqueta de plata. Una vez llegó a Reus, la arqueta se depositó temporalmente en el Ayuntamiento, mientras acababan de construir el cenotafio en la Capilla del Santísimo, también conocida como la Capilla de los Marqueses de Tamarit. Finalmente, el 1 de diciembre de 1876, la urna que contenía el corazón fue llevada en bandeja de plata en procesión desde el Ayuntamiento hasta la Iglesia Prioral de Sant Pedro, a la mencionada Capilla, donde reposa todavía hoy en día. Allí, en el cenotafio situado detrás de un muro, encontramos un retrato del busto del pintor y una placa de mármol esculpidos por Joan Roig i Soler, donde se lee un poema de Marià Fonts:

 

«Dio el alma al cielo, su fama al mundo, el corazón a su patria».

 

Esta historia se explica en la ruta Reus secreto. Si deseáis conocer más curiosidades sobre Reus os recomiendo hacer este tour. Es una buena manera de conocer la ciudad y sus lugares más destacados, a través de historias, personajes, misterios, leyendas, apuntes gastronómicos… Además se incuye una degustación de menjablanc (el postre típico de Reus) y de vermut de Reus, en el mítico Museo de Vermut, espacio que también visitamos.

La ruta Reus secreto está programada cada 2º y 4º sábado de mes a les 17:00. En verano (Julio y Agosto) empezamos a las 18:00. Tiene un precio de 15€/persona y 6€ los niños. Podéis hacer esta visita, como cualquiera de mis otras rutas, en cualquier otro horario bajo consulta previa. Podéis ver todos los detalles a través  del link al tour: https://latevaruta.com/visitas-guiadas/reus-secreto/

 

Citas extraídas de CANO DÍAZ, Emiliano. Los últimos días de Mariano Fortuny y Marsal. 2018.

Bibliografía

ARNAVAT, Albert. Fortuny y Reus. La construcció d’ un mite. Universitat Rovira i Virgili. 2011-2012

CANO DÍAZ, Emiliano. Los últimos días de Mariano Fortuny y Marsal. 2018.

 

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